La Historia del ajedrez, como la historia de casi todas las actividades humanas, puede entenderse como un cementerio de élites. Figuras que durante años se mantuvieron en la cima fueron superadas por las siguientes y éstas luego fueron superadas etc. etc.... La luz de esos líderes se diluye con los años. Sin embargo, el ajedrez también se construye con el legado de esos genios y recuperarlo es la tarea cotidiana no solo de historiadores, sino también de profesores, entrenadores así como de los nuevos protagonistas construyen con su juego, sus análisis y sus actos el acerbo cultural del ajedrez que va pasando de generación a generación.
En los textos que siguen a continuación nos ocuparemos de grandes ajedrecistas que, si bien no fueron campeones mundiales, aportaron y mucho para enriquecer al ajedrez.
2.Un talento particular venido de Suecia
A contramano de la corriente, Ulf Andersson construyó su fama a base de un juego ultrasólido que le permitió obtener grandes resultados durante más de tres décadas. Número tres del mundo detrás de Karpov y Kasparov en los ochenta, este trotamundo del ajedrez es aun día referencia a la hora de jugar finales con precisión y defenderse en posiciones difíciles. Hacé click aquí para leer una aproximación a su estilo y trayectoria.
En la primera de las entregas, tomamos las palabras escritas por el MI español Guillermo de la Rosa sobre el GM alemán Robert Hübner, quien en los años 1970 y 1980 estuviera en los primeros lugares del ranking internacional participando en varias ocasiones de los ciclos de Candidatos al título mundial. Aunque papirólogo de profesión, el ajedrez fue sin duda una de sus pasiones. Sus análisis minuciosos eran motivo de controversias entre los aficionados y sus colegas, dado que abarcaban páginas y páginas de las publicaciones especializadas que requerían el mismo empeño que su autor para desentrañar las verdades que sus análisis ofrecían. Para ver el artículo completo, hacé click aquí
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